Constituyendo el culto público a Dios nuestro Señor y a su Madre, la Virgen Santísima, el fin principal de esta Hermandad y Cofradía de Nazarenos, la Corporación, cumpliendo lo que señalan sus estatutos, celebra su principal acto de culto anual realizando su Estación de Penitencia a la Parroquia Mayor de Santa María de la Palma, en la Tarde-noche del Viernes Santo, acompañando a sus Imágenes Titulares, con el piadoso fin de visitar a la Patrona de nuestra ciudad de Algeciras.
En el día en que se conmemora la muerte de nuestro Salvador, los hermanos de la Sagrada Mortala, revestidos de su característico estilo de severidad, silencio y compostura y con la naturalidad que ofrece el rito conocido, pero no aprendido, y como reflejo de un ensimismado estado interior, acompañan al Santísimo Cristo de la Caridad y a María Santísima de la Piedad, como nazarenos, costaleros o acólitos, pero siempre en la conciencia de celebrar un solemne acto de culto público que se repite con una fidelidad secular a unas formas propias de religiosidad que se han venido configurando desde nuestra primera salida penitencial en 2007
El destino de la procesión es la Parroquia Mayor de Algeciras. En ella se produce el milagro del encuentro, entre la Madre de Dios en su advocación de María Santísima de la Palma, y la representación de Dios, descendido de la Cruz en los brazos de Su Madre, en un impresionante silencio apenas roto por las oraciones de los hermanos de la Sagrada Mortaja y por los motetes penitenciales que, como un lamento, surgen desde el interior del Templo preparando la escena.
Por eso tras nuestra Estación de Penitencia al Templo Mayor de la Palma y después de nuestra visita al Señor de Algeciras en su Capilla de San Isidro, el ritmo de la procesión se torna aún más presuroso al haberse cumplido lo esperado, quedando, ya sólo, el regreso al templo que acogerá, durante un año, a las Sagradas Imágenes en la penumbra de su Capilla, recibiendo el cariño, las oraciones y las súplicas de sus hermanos, devotos y fieles hasta el siguiente Viernes Santo.
Un solo paso pone el Viernes Santo en la calle la Hermandad de la Sagrada Mortaja, en el que se representa el pasaje en el que Jesús una vez descendido de la Cruz es amortajado para su entierro, según la costumbre judía.